Desde la época en que el hombre realizaba investigaciones empíricas hasta nuestros días, concurrieron ciencias y disciplinas de investigación criminal que finalmente han venido a construir la Criminalística.
La primera disciplina precursora de la criminalística fue lo que en la actualidad se conoce como dactiloscopia. Los chinos en el año 650 ya utilizaban las impresiones dactilares en sus tratos comerciales.
Muchos años después, en 1575, surgió otra ciencia precursora de la criminalística, la medicina legal, iniciada por el francés Ambrosio Paré.
En 1665, Marcelo Malpighi observaba y estudiaba los relieves papilares de las yemas de los dedos y plantas de las manos. Una de las primeras publicaciones en Europa acerca del estudio de las impresione dactilares apareció en Inglaterra en 1648, realizada por el Dr. Nehemiah Grew.
En 1686, Malpighi hizo valiosas aportaciones al estudio de las impresiones dactilares, a tal grado que una de las partes de la piel humana lleva el nombre de capa de Malpighi.
El doctor Boucher, en 1753 realizó estudios sobre balística, disciplina que después se llamaría Balística Forense.
En 1809, la policía francesa permitió la inclusión en sus filas de Eugene Francois Vidocq, célebre delincuente de esa época, quien, para algunos, originó la mayor equivocación en la historia de la investigación policiaca, aunque para otros ha sido uno de los mejores policías del mundo.
En 1811 Vidocq fundó la Sureté (Seguridad)
En 1823 un tratado escrito por Johannes Evangelist Porkinje descubrió los tipos de huellas dactilares y los clasificó en 9 grupos.
Durante ese mismo año, Huschke descrubrió los relieves triangulares (deltas) de los dibujos papilares de los dedos.
En 1835, aparece otro de los primeros precursores de la balística, Henry Goddard.
El italiano Orfilia creó la toxicología en 1840
William Herschel, en 1858, adoptó el uso de las impresiones dactilares para evitar la suplantación.
Alan Pinkerton puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, en 1886.
Alfonso Bertillón creó en París el Servicio de Identificación Judicial en 1882, dado a conocer en 1885 y se adoptó de modo oficial en 1888. Este método antropométrico se basaba en el registro de las diferentes características óseas métricas y cromáticas de las personas mayores de 21 años en 11 diferentes partes del cuerpo.
En esa época Bertillón publicó una tesis sobre el retrato hablado. Desde 1884, Bertillón tomaba fotografías de los lugares de los hechos con todos sus indicios.
En Londres, Sir Francis Galton en 1885 instaló los fundamentos para la solución del problema que representaba hacer una clasificación de las impresiones dactilares.
El mas ilustre y distinguido criminalista de todos los tiempos, el doctor en derecho Hanns Gross, padre de la Criminalística, llamó Criminalística a todas las investigaciones criminales. La elaboración del Manual del Juez, a Gross, le tomó 20 años de experiencias e intensos trabajos.
En 1900 la obra de Hanns Gross llega a México, editada por Lázaro Pavía. Gross fundó en 1912 el Real e Imperial Instituto de Criminología en Graz, Australia.
Hanns Gross constituyó a la Criminalística con las siguientes materias: Antropometría, Argot Criminal, Contabilidad, Criptografía, Dibujo Forense, Documentoscopia, Explosivos, Fotografía, Grafología, Hechos de Tránsito Ferroviario, Hematología, Incendios, Medicina Legal, Química Legal e Interrogatorio.
En 1896, Juan Vucetich logró que la Policía de Río de Plata, Argentina, dejara de utilizar el método antropométrico de Bertillón y redujo a cuatro los tipos fundamentales de Dactiloscopia, determinados por la presencia o ausencia de los deltas.
Ottrolenghi y Alongi, en 1899 fundaron una revista llamada “Polizia Scientifica”. Lombroso, Ferri y Alongi invocaron, en Italia, una Policía Judicial Científica.
Alfredo Nicéforo, en Roma, colocaba por primera vez a la Policía Judicial Científica en el cuadro general de la Criminología.
La mayoría de los países latinoamericanos había adoptado el sistema dactiloscópico de Vucetich como el más práctico y operable.
En México, el profesor Carlos Roumagnac escribía en 1904 los primeros fundamentos de Antropología Criminal.
En Inglaterra, en 1905, Sir Francis Galton modificó su sistema citado en “Fingerprint Directories”.
Constancio Bernaldo de Quiroz en España, redujo a tres las fases de formación y evolución de la policía científica en 1908.
Hanns Gross muere en 1915.
En Enero de 1920, el profesor Benjamín Martínez fundó en la Ciudad de México el gabinete de identificación y el laboratorio de Criminalística en la entonces jefatura de Policía del Distrito Federal.
En 1935, Carlos Roumagnac, Benjamín Martínez, Fernando Beltrán y otros, instituyeron una escuela para policías en la que se enseñaba criminalística.
En 1938, el Dr. José Gómez Robleda implantó la aplicación de la Criminalística en la Procuraduría General de Justicia en el D.F.
Se puede decir que la Criminalística ha vivido sólo una época, se inició en la científica y continúa en la científica.
A través de su historia, se ha fortalecido y enriquecido gracias a las aportaciones anteriores y actuales.
sábado, 30 de mayo de 2009
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